El Grand Palais de París inaugura la retrospectiva sobre la obra del influyente fotógrafo Helmut Newton , que dejó para la posteridad una de las producciones más sensuales y aclamadas de la historia de la fotografía.
Polaroids, retratos e imágenes en un formato gigantesco forman parte de la muestra a la que acompaña la proyección de Helmut por June, un documental realizado por su esposa, testigo en primera línea y paciente observadora de las tensiones entre el fotógrafo y sus modelos. Él le había avisado: “La fotografía será siempre mi prioridad. Tú no tendrás más que la segunda posición”. Se lo dijo antes de casarse e iniciar un matrimonio de 60 años.
Una de sus fotografías (Ellas vienen, de 1981) muestra a cuatro mujeres desnudas y esculturales que parecen caminar hacia la cámara sin que la mirada de ninguna se tope con la de la otra o con la del espectador: "¿La vida erótica como cuestión paradójicamente íntima y universal?", señala el catálogo.
En otra imagen, titulada Autorretrato con esposa y modelos, se puede ver en primer plano el trasero de una mujer cuya desnudez frontal se encuentra reflejada en un espejo donde además se ven las piernas y los tacones de una modelo que no aparece más que allí, en el espejo. En el mismo espejo aparece Newton agachado y fijando su vista en el visor de su cámara mientras su esposa aparece al margen y mirando hacia el lugar donde se ubica tanto la modelo como el fotógrafo. En esta compleja composición, Newton arma todo un discurso alrededor de la mirada, la apariencia y el deseo.
El carácter erótico unido a un marcado fetichisimo que imprimía a sus instantáneas, estaban también presentes cuando retrataba a estrellas del cine o la música con actitudes camaleónicas: Catherine Deneuve, David Bowie, Andy Warhol, Mick Jagger.
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